En primer lugar, quiero disculparme por no haber escrito nada la semana
pasada, pero digamos que no estaba de humor… Bueno, ahora que los días se han
hecho más largos y el sol parece haber vuelto a nuestras vidas, me siento
animada para seguir adelante con mis propósitos de mejora personal.
En entradas anteriores, ya había hablado de mi interés por la cosmética
asiática y por la skin care en general. No sé si es porque la
moda nos va guiando, aunque no seamos conscientes de ello, pero últimamente veo
Corea por todas partes.
En el último número de la revista americana Allure, a la que estoy suscrita por aquello de aprender el inglés,
hay un artículo dedicado al negocio de la estética en Corea del Sud. En el
texto, se habla básicamente de la investigación que, en este sector, llevan a
cabo unos cuantos laboratorios coreanos que innovan constantemente, hasta el
punto de presentar aproximadamente 70 productos nuevos cada año. Una pasada. También
se insiste en la importancia de tener una piel cuidada, sobre la cual, sólo en
un segundo momento, vale la pena aplicar un poco de maquillaje. La piel limpia,
sana, joven, firme, de tez uniforme es el objetivo de esta manera de cuidarse
que viene de oriente.
Es evidente que no sirve de mucho maquillar lo que no está cuidado. Todas
las que nos hemos aficionado a este mundo, sabemos que la limpieza facial es
condición necesaria para conseguir una imagen lo más aceptable posible. Por
eso, la rutina diaria es fundamental, incluso cuando nos da pereza, nos hemos
de acordar que si nos saltamos los pasos de la limpieza básica, luego la piel luce
“apagada” (figura retórica espontanea).
En esta rutina diaria, las mujeres coreanas incluyen la aplicación de
mascarillas distintas según las necesidades. Normalmente, se trata de
mascarillas de un solo uso, hechas de “papel” impregnado de substancias
beneficiosas que, a lo largo de 15-20 minutos, van penetrando en la piel.
Yo he probado mascarillas coreanas, como ya decía en la entrada de Paralelo
38, y he de decir que son agradables, que dan una sensación de frescura
relajante sobre todo cuando viene de un largo día de trabajo… No puedo decir
más, porque los efectos deben verse a largo plazo, y yo soy demasiado curiosa
para ser fiel a una sola fuente de productos…
De todas maneras, sí que me gusta la idea de aplicarme mascarillas también
durante la semana, siempre y cuando me acuerde y tenga un poco más de tiempo. En
este momento, tengo dos mascarillas de la casa Glam Glow que me gustan especialmente.
No son de un solo uso, se aplican con los dedos o, si se quiere ser profesional,
con una brocha; pasado el tiempo de posa, se retiran con agua tibia y con la
ayuda de un trapito de algodón. Las mascarillas en cuestión se encuentran en
exclusiva en las tiendas Sephora. La casa Glam Glow es
californiana y centra su producción en productos de skin care, que utilizan ingredientes naturales y muy seleccionados.
De momento, en España se venden las siguientes:
GG Supermud (la
blanca) para mejorar el tono de la piel; GG Youthmud (la negra) con acción anti edad; GG Thirstymud (la azul)
para la hidratación; GG Powermud (la verde) purificante; GG
Brightmud especial para ojos cansados.
Todas valen lo mismo, la belleza de 49 euros. No son nada baratas, pero
duran bastante, por lo menos a mí. Yo las he probado todas, en diferentes
momentos y según la necesidad. Bueno, la de ojos aún no, porque no me acaba de
gustar que lleve siliconas.
Ahora tengo la verde y la azul, que aplico una seguida de otra, una vez a
la semana, preferiblemente en domingo. La verde limpia en profundidad los
poros: hay que dejarla actuar unos diez minutos sobre la piel limpia, luego proceder
a humedecerla con la intención de quitarla, pero aprovechando bien el masaje
final, ya que de barro se convierte en aceite. La azul, que es muy hidratante,
se puede dejar puesta toda la noche, pero hay que retirarla al lavarse la cara
por la mañana.
Estas mascarillas me encantan, me gustan tanto que de ellas no me he cansado
como de otras. Lástima que sean tan caras, si no, las tendría todas. Siempre he
de esperar que Sephora me envíe su mágico vale de descuento del 20%. Si os
interesan estas entradas sobre skin care,
puedo hacer otras porque estoy probando unos productos nuevos.