martes, 24 de febrero de 2015

La costanza premia!!!

Mi madre, como todas las madres, tiene un repertorio de frases hechas que utiliza hábilmente según la ocasión. Una de sus preferidas es “La costanza premia!”. La escribo en italiano, porque es la lengua en que mi madre me habla y traducirla desvirtuaría, para mí, la fuerza de su mensaje. Todo el mundo sabe que ser constantes no es fácil. 

Constancia y disciplina son imprescindibles, cuando nos planteamos algún reto importante. Pero, al mismo tiempo, conllevan cierto grado de implicación personal y de sacrificio, que no siempre estamos dispuestos a aceptar.

Tengo una amiga que no veo muy a menudo, porque nos separan muchos quilómetros y nuestros ritmos de vida no nos permiten visitarnos con la frecuencia que nos gustaría. A pesar de esto, cada vez que nos vemos, es como si nunca hubiese pasado el tiempo. Nos conocemos desde los catorce años – ahora no quiero hacer sumas – y hemos vivido juntas muchas experiencias en nuestra adolescencia y juventud.
Mi amiga, que, a pesar de mucho latín, acabó siendo educadora social, ha ido elaborando un proyecto muy suyo, que durante mucho tiempo no ha podido desarrollar a causa de circunstancias adversas. Sin embargo, ella no ha dejado de trabajar en su idea, no ha dejado de mejorarla, de perfeccionarla, al mismo tiempo que hacía otras cosas para poder seguir adelante. 

Ha diseñado y realizado una maleta didáctica, pensada para niños pequeños, que trabaja la higiene dental y ayuda a superar el miedo al dentista. La maleta en sí y el que contiene son fruto de su creatividad, de su amor para las cosas senzillas, de su tiempo y de su tenacidad.

Ahora, por fin, ha tenido su reconocimiento. La semana pasada, la entrevistaron en Telemadrid, preguntándole sobre lo que hacía con su espléndida maleta didáctica. Ella estaba guapa y serena, sonriente y positiva. Con los ojos muy abiertos y la sonrisa franca. Mirándola y escuchándola, volvieron a mi mente recuerdos e imágenes de nuestras vidas pasadas. Me sentí muy orgullosa de ser su amiga, como si su éxito fuera una señal para mí. “Un segno del destino”, como solíamos decir nosotras, siempre que nos pasaba algo inesperado, que no sabíamos cómo intepretar.

Image and video hosting by TinyPic


No hay comentarios:

Publicar un comentario