Cuando aún estaba un poco verde cuanto a secretos de maquillaje, creía que
las pestañas de algunas chicas eren fruto de madre naturaleza. Tan largas,
espesa y bonitas… un verdadero sueño para las que tenemos unas pestañas más
bien normalitas. En realidad, muchas de mis You
Tubers favoritas, antes de rodar, recurren a pestañas postizas. El efecto que
consiguen es, sin duda, favorecedor: sus ojos parecen más grandes y sus miradas,
más profundas.
Entre mis utensilios de maquillaje, naturalmente, tengo unas cuantas pestañas postizas de
marcas diferentes, colas más o menos profesionales y hasta unas pinzas
especiales, que ayudarían a colocarlas en su sitio. Sin embargo, mis habilidades
manuales no me han acompañado nunca a la hora de ponérmelas. Acaban
molestándome y siempre opto por retirarlas, pocos minutos después de haberlas “enganchado”.
Está claro que, de momento, he de renunciar al postizo y concentrarme en lo natural, por lo menos hasta cuando no
tenga tiempo suficiente para hacer un máster…

Por lo que se refiere al maquillaje de cada día, se puede recurrir a un rizador y a una buena máscara. El rizador se
utiliza sobre las pestañas limpias, nunca sobre las pestañas maquilladas, ya
que se pueden dañar. La presión ejercitada no debe de superar los veinte segundos
por ojo. Una vez ejecutado este paso previo, se pueden aplicar una o dos manos
de máscara, esperando unos segundos prudenciales entre una y otra. Personalmente,
prefiero una sola pasada : nunca me han gustado las pestañas
demasiado cargadas, que parecen patitas de arañas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario