martes, 17 de marzo de 2015

Mascarilla, mascarilla

En primer lugar, quiero disculparme por no haber escrito nada la semana pasada, pero digamos que no estaba de humor… Bueno, ahora que los días se han hecho más largos y el sol parece haber vuelto a nuestras vidas, me siento animada para seguir adelante con mis propósitos de mejora personal.
En entradas anteriores, ya había hablado de mi interés por la cosmética asiática y por la skin care en general. No sé si es porque la moda nos va guiando, aunque no seamos conscientes de ello, pero últimamente veo Corea por todas partes.

En el último número de la revista americana Allure, a la que estoy suscrita por aquello de aprender el inglés, hay un artículo dedicado al negocio de la estética en Corea del Sud. En el texto, se habla básicamente de la investigación que, en este sector, llevan a cabo unos cuantos laboratorios coreanos que innovan constantemente, hasta el punto de presentar aproximadamente 70 productos nuevos cada año. Una pasada. También se insiste en la importancia de tener una piel cuidada, sobre la cual, sólo en un segundo momento, vale la pena aplicar un poco de maquillaje. La piel limpia, sana, joven, firme, de tez uniforme es el objetivo de esta manera de cuidarse que viene de oriente.

Es evidente que no sirve de mucho maquillar lo que no está cuidado. Todas las que nos hemos aficionado a este mundo, sabemos que la limpieza facial es condición necesaria para conseguir una imagen lo más aceptable posible. Por eso, la rutina diaria es fundamental, incluso cuando nos da pereza, nos hemos de acordar que si nos saltamos los pasos de la limpieza básica, luego la piel luce “apagada” (figura retórica espontanea).

En esta rutina diaria, las mujeres coreanas incluyen la aplicación de mascarillas distintas según las necesidades. Normalmente, se trata de mascarillas de un solo uso, hechas de “papel” impregnado de substancias beneficiosas que, a lo largo de 15-20 minutos, van penetrando en la piel.
Yo he probado mascarillas coreanas, como ya decía en la entrada de Paralelo 38, y he de decir que son agradables, que dan una sensación de frescura relajante sobre todo cuando viene de un largo día de trabajo… No puedo decir más, porque los efectos deben verse a largo plazo, y yo soy demasiado curiosa para ser fiel a una sola fuente de productos…
De todas maneras, sí que me gusta la idea de aplicarme mascarillas también durante la semana, siempre y cuando me acuerde y tenga un poco más de tiempo. En este momento, tengo dos mascarillas de la casa Glam Glow que me gustan especialmente. No son de un solo uso, se aplican con los dedos o, si se quiere ser profesional, con una brocha; pasado el tiempo de posa, se retiran con agua tibia y con la ayuda de un trapito de algodón. Las mascarillas en cuestión se encuentran en exclusiva en las tiendas Sephora. La casa Glam Glow es californiana y centra su producción en productos de skin care, que utilizan ingredientes naturales y muy seleccionados. De momento, en España se venden las siguientes:

GG Supermud (la blanca) para mejorar el tono de la piel; GG Youthmud (la negra) con acción  anti edad; GG Thirstymud (la azul) para la hidratación; GG Powermud (la verde) purificante; GG Brightmud especial para ojos cansados.

Todas valen lo mismo, la belleza de 49 euros. No son nada baratas, pero duran bastante, por lo menos a mí. Yo las he probado todas, en diferentes momentos y según la necesidad. Bueno, la de ojos aún no, porque no me acaba de gustar que lleve siliconas.

Ahora tengo la verde y la azul, que aplico una seguida de otra, una vez a la semana, preferiblemente en domingo. La verde limpia en profundidad los poros: hay que dejarla actuar unos diez minutos sobre la piel limpia, luego proceder a humedecerla con la intención de quitarla, pero aprovechando bien el masaje final, ya que de barro se convierte en aceite. La azul, que es muy hidratante, se puede dejar puesta toda la noche, pero hay que retirarla al lavarse la cara por la mañana.


Estas mascarillas me encantan, me gustan tanto que de ellas no me he cansado como de otras. Lástima que sean tan caras, si no, las tendría todas. Siempre he de esperar que Sephora me envíe su mágico vale de descuento del 20%. Si os interesan estas entradas sobre skin care, puedo hacer otras porque estoy probando unos productos nuevos.


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martes, 3 de marzo de 2015

Make Up of the Week 2

Con el tinte puesto y la taza de té en la mesa, me dispongo a redactar el post de hoy, después de haber cumplido el “reto” de los 10 km con mis queridas compañeras. Me siento especialmente motivada y debe de ser por el oxígeno que ha recibido mi cerebro durante la caminata. La cual cosa confirma, si hiciera falta, la bondad del ejercicio físico, por poco que sea.

Pero volviendo a nuestras pasiones cuotidianas, hoy quiero hacer balance del Make Up usado la semana pasada. En primer lugar, la idea de aprovechar mejor los productos que tengo, me está ayudando a valorar en la justa medida todo lo que poseo, antes de lanzarme otra vez a la compra salvaje. En segundo lugar, tener establecido un protocolo de consumo hace que, a lo largo de la semana, sea mucho más ordenada en mi rutina diaria.

Los productos usados están indicados en la lista siguiente:



Esta base de MAC es hidratante y proporciona al rostro un aspecto luminoso, casi glow, que se puede matificar ligeramente aplicando un poco de los polvos compactos de Bourjois. En mi caso, creo que el color del fondo no es del todo acertado, pero ya se sabe que las luces del Corte Inglés juegan a menudo malas pasadas. De todas maneras, se aleja muy poco de mi matiz pálido cetrino y creo que ahora en primavera lo podré usar sin problemas. Los polvos de Bourjois son en tono vainilla, claros pero muy útiles para rebajar el tono del fondo.














El kit de contouring  es el de Charlotte Tilbury, Filmstar Bronze and Glow,  y confirmo que me está dando muchas satisfacciones. Una buena compra desde mi punto de visto. El blush es de MUFE. Se trata de un blush en crema pero efecto segunda piel que se difumina muy bien, sin dejar manchas de color. El tono que tengo es un teja claro que queda natural, perfectamente integrado en mi complexión.


Por lo que refiere al maquillaje de ojos, confieso que estas sombras de Bobbi Brown son un poco antinguas. Puede que sean el resultado de una de mis primeras incursiones en el mundo del Make Up de verdad. No sé si aún existen en el repertorio de la casa, pero he de decir que, a pesar del tiempo, están en óptimo estado en cuanto a rendimiento y color. Son perfectas para un maquillaje de día que prevea sólo un toque de eye liner como complemento.  El color “bone” ilumina el arco de la ceja; el color “wheat”, un marrón clarito con un ligero toque malva, viste el párpado móvil; el color “mahogany”, un marrón muy oscuro, remarca la línea de las pestañas inferiores. Todas las sombras son mate. Me encantan.


El eye liner es de Kiko, negro azabache, brillante y fácil de extender a ras de pestaña con un buen pincel. El pincel del eye liner en gel ha de ser más rígido – el mío tiene corte biselado – y, sobre todo, ha de estar bien limpio para poder dar precisión al trato Lo digo por experiencia…

La máscara de pestañas es la de Sephora que utilicé a lo largo de la semana pasada. Tanto esta new entry como el lápiz de cejas de la misma marca, no están a la altura de mis expectativas. Sin embargo, los seguiré usando hasta encontrar algo un poco mejor.

Como siempre acabo mi maquillaje diario con los fantásticos polvos de Hourglass que aconsejo de corazón a todos los amantes del buen Make Up. En mi caso, siempre hacen la diferencia.  

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