Todas las melenas tienen su historia. En la
de cada una, hay un antes y un después que coincide con la aparición de las
primeras canas. Las canas entraron en mi vida en los meses inmediatamente
posteriores al nacimiento de mi hijo, cuando solita me enfrentaba a las
alegrías de la maternidad. A partir de entonces, los tintes tienen un sitio
privilegiado en mi lista de imprescindibles. Mi herencia familiar hace, además,
que mi pelo crezca con una rapidez tan vertiginosa que, prácticamente cada tres
semanas, se hace necesario un retoque de raíces. Ahora sí entiendo a mi madre y a sus peroratas
contra la esclavitud impuesta por los tintes de pelo.
Con el tiempo, mis cabellos finos y suaves han
cambiado radicalmente, transformándose en cerdas teñidas y de encrespamiento fácil.
Lo único capaz de domar los pelillos volátiles que coronan mi cabeza, son los
200º de temperatura que alcanza mi plancha ghd gold a la hora de llevar a cabo
su faena. De mal en peor. A la larga, la sequedad estoposa está garantizada de
por vida y salir de este círculo vicioso se hace cada vez más difícil.
Por todo esto, hace un año empecé a
interesarme por los tratamientos de queratina. Mi cuñada, mujer de cabello
extraordinariamente abundante, llevaba tiempo domando su melena con queratina
en una peluquería brasileña de la zona alta de Barcelona. El resultado era
notable: apenas necesitaba peinarse para tener un aspecto decente.
Para mí, el
inconveniente de estos tratamientos es, básicamente, el precio que acostumbra a
oscilar entre 80 y 120 euros. De hecho, se murmura que, si alguien te ofrece
queratina por 50 euros, has de desconfiar al instante.
Sin embargo, teniendo en cuenta que me gusta
mucho realizar las tareas estéticas en mi casa, decidí aventurarme yo sola en
la jungla de los productos de peluquería. A continuación indico los que he
probado en el arco del año 2014 y los que estoy utilizando ahora.
Revlon Extreme Makeover: un kit de cuatro productos que
hay que aplicar siguiendo el orden indicado en la caja. El primer paso consiste
en lavarse el pelo con el Mild détox shampoo, encargado de
abrir la cutícula. En segundo lugar, hay que distribuir meticulosamente el Overnight
Keratin Treatment sobre el cabello mojado y dejarlo reposar durante
unas ocho horas. Pasado este tiempo, hay que retirar la queratina con el Cuticle
Sealer Shampoo que cierra la cutícula. Por último, tenemos el Ultimate
Brillance Serum que se aplica en seco, para obtener el tan deseado
brillo propio del pelo sano (y joven).
Encontré este kit en una tienda de la
cadena BOB y lo pagué 45 euros. Se puede utilizar hasta tres veces,
pero dejando pasar tres meses entre una aplicación y otra. Lo que menos me ha
gustado ha sido el hecho de tener el pelo mojado envuelto en una especie de
gorro durante tantas horas. El dolor de cabeza acaba siendo un efecto
secundario bastante desagradable. Además, el resultado, en mi caso, no ha sido
espectacular como me imaginaba: no he conseguido eliminar el encrespamiento,
solo disimularlo un poco y con el ayuda del sérum.
Salerm Keratin Shot: otro kit compuesto por un
champú, una mascarilla y un sérum. La
marca Salerm es una marca española para profesionales de la
peluquería que tiene una gran variedad de productos. Keratin Shot está pensado
para el mantenimiento de los tratamientos de queratina. En este caso también,
después de lavarse el pelo con el champú especial, hay que dejar en posa
durante 30 minutos una mascarilla muy hidratante. Una vez retirada la
mascarilla, se vaporiza el sérum que
protege el pelo de la agresión del secador y la plancha. El kit vale 42 euros. Lo compré en una tienda
muy grande que se llama Hair Studio Center, ubicada en la calle Pau Claris,
justo encima de la Gran Via para los que son de Barcelona. El resultado es
aceptable: la melena queda suave, limpia y ligera.
A pesar de todo, nunca estoy contenta. Por eso,
ahora estoy probando otra combinación. Se trata de un dúo siempre de la marca Salerm,
llamado Salerm 21. El champú contiene ácido hialurónico y proteínas de
la seda. Limpia, acondiciona, revitaliza el pelo seco y dañado. Solo lo he
utilizado una vez, por lo cual reservo para más adelante una review más detallada. De momento, puedo
decir que el pelo queda muy suave y con un agradable perfume. El acondicionador
se aplica sobre mojado y en muy poca cantidad. No hay que acláralo luego sino
proceder directamente al secado. El efecto final es muy bonito. La melena queda
domada, suave, brillante. El precio de los dos productos es de 22 euros.
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